Verdades y mitos
La historia de Irena Sendler (1910-2008) empezó a ser conocida hace relativamente poco, a principios de este siglo. Desde entonces conmueve a los que la conocen. Irena Sendler era una trabajadora social que durante la guerra ,,salvó a 2500 niños” del gueto judío de Varsovia. O por lo menos este es el gran mito sobre ella.
Cualquier persona al imaginarse a 2500 niños sacados del #gueto por una sola mujer va a reaccionar con asombro. ¡Son muchos niños! O quizas... ¿demasiados para ser verdad? Y sí, el número fue proporcionado por la misma Irena Sendler para después ser repetido sin mucha reflexión por innumerables historiadores, políticos y periodistas. Sin embargo, ¿de dónde viene la cifra? ¿Es viable? ¿Alguien se lo ha preguntado alguna vez?
Por suerte, recientemente sí. En 2018 fue publicado el libro de Anna Bikont ,,Sendlerowa w ukryciu”, basado en un sinfin de fuentes primarias, que investiga al detalle el trabajo de Irena Sendler y desmiente lo que hemos creído la verdad absoluta hasta ahora. ¡Ojo! No para quitarle la gloria a Sendler – porque esto es imposible - sino para llegar a una versión fidedigna de los hechos.
Historia de una mujer extraordinaria[1]
Irena Sendler nació en 1910 en Varsovia. Cuando estalló la segunda guerra mundial tenía 29 años y era trabajadora social en el Departamento de Bienestar Social. Casi de inmediato empezó a brindar ayuda a los judíos, primero a los amigos y conocidos, luego su actividad se iba ampliando. El gueto fue creado al cabo de un año, el 16 de noviembre de 1940. Irena Sendler, como trabajadora social, sacó el permiso para entrar al gueto. Aparte de lo permitido, es decir medicina y productos sanitarios, llevaba ropa y comida para regalar a la gente que vivía en condiciones cada vez peores. El gueto existió 2 años y medio: hasta el 16 de mayo de 1943, cuando fracasó el levantamiento armado. Hasta que empezaron las deportaciones hubo algunos, aunque relativamente pocos, intentos de sacar a los niños del gueto. Pocos, porque al principio vivir a escondidas fuera del geuto parecía mucho más peligroso que quedarse. Pocas personas decidían separarse de sus hijos. Muchas veces había que pagar por los escondites en casas de los polacos afuera de la muralla y cambiar el sitio varias veces para despistar a los nazis.
Los intentos desesperados para salvar a los niños tomaron dimensiones incomparablemente mayores cuando empezaron las deportaciones a Treblinka el 22 de julio de 1942. Niños y ancianos no aptos para trabajar corrían el mayor riesgo de ser deportados. Cada día de Umschlagplatz partían 60 vagones con 100 a 150 personas en cada uno. Eran semanas de terror absoluto. En estas circunstancias, a finales de septiembre unos miembros de la resistencia polaca crearon el Consejo de Ayuda a los Judíos llamado Żegota, que en diciembre se convirtió en una institución oficial del Estado Secreto Polaco. Irena Sendler era jefa del departamento encargado de ayudar a los niños. Por un lado, de esta forma tuvo a su alcance más herramientas y fondos para brindar ayuda. Por otro, ayudar a los judíos se volvió muchisimo más arriesgado y complicado que antes.
Según Anna Bikont, el papel de Irena Sendler y sus compañeras de trabajo era ante todo contactar a los padres judíos con las familias, conventos o instituciones polacas que iban a esconder al niño. Aunque esto le quite el romanticismo a la historia, hay que admitir que en muy pocas ocaciones eran ellas quienes realmente tomaban al niño de la mano y lo sacaban del gueto. Había personas especializadas en esta tarea. Muchos niños salían solos. Había varias vías de escape. Una de ellas era el edificio de la corte de justicia en la calle Ogrodowa, que tenía una entrada del lado del gueto y la otra del lado libre. Algunos niños salían por las puertas oficiales del gueto, vigiladas por nazis anteriormente sobornados; otros por los sótanos de casas en zonas fronterizas; otros por los canales, o con los trabajadores que salían cada mañana y regresaban al gueto después de la jornada. Apenas en los años noventa Irena Sendler empezó a hablar sobre el conductor de la ambulancia que supuestamente le ayudaba a transportar a los pequeños. Historias sobre niños drogados para que parecieran muertos y sacados en ataúdes, bolsas o maletas son las más dramáticas - y las menos probables. Las acciones de rescate de niños a gran escala duraron hasta el estallido del levanatmiento en el gueto el 19 de abril de 1943, es decir unos 9 meses.
Usando el sentido común es dificil creer que en apenas 9 meses Irena Sendler pudo sacar del gueto, aunque fuera con ayuda de otras personas, a miles de niños. Si tomaramos el número de 2500 niños significaría que cada día lograban salir y, mucho más importante, esconderse en el otro lado, unos 9 niños. Una cifra que, dadas las circunstancias, parece imposible. Más interesante aún es que en todas las tierras polacas ocupadas por los nazis sobrevivieron apenas unos 5000 niños judíos. La cifra de 2500 significaría que la mitad de ellos fue salvada por una sola persona y en una sola ciudad. El gueto de Varsovia era el más extenso, sin embargo existían otros 600 en el país.
¿De dónde viene el dato sobre 2500 niños?
En 1979 en su testimonio sobre el funcionamiento de Zegota, Irena Sendler escribe por primera vez que 2500 niños del gueto de Varsovia sobrevivieron la guerra y especifica dónde (500 en los conventos católicos, 500 en los centros del Consejo General del Bienestar, 200 en la Casa Bouduen (orfanato), 1300 con familias polacas).[2] No especifica cómo llegó a este cálculo, no dice que todos fueran salvados gracias a Zegota y mucho menos gracias solo a ella. De hecho, menciona a 24 otras personas encargadas de ayudar. Pero ya en 1983, el año cuando viaja a Israel para plantar su árbol en Yad Vashem y empieza a ser más conocida fuera de Polonia, dice haber anotado todos los 2500 apellidos de los niños en una lista. Luego cuenta que los escribió en unos papelitos que colocó en dos botellas de vidrio. Escondió las botellas en el jardin de su amiga, Jadwiga Piotrkowska, cuya casa fue un albergue temporal para los pequeños.
Es una historia muy conocida. Solo que contada por primera vez años antes por Piotrkowska. En su versión es ella quien esconde de esta forma los datos de los niños que pasaron por su casa. Piotrkowska dice no haber encontrado las botellas después de la guerra. Irena Sendler afirma que encontró una y que entregó su lista de apellidos a Adolf Berman que la llevó a Israel. Anna Bikont, a pesar de una búsqueda profunda en varios archivos israelíes, nunca logró encontrar dicho documento. ¿Se adueñó Sendler de la historia sobre las botellas? ¿Las dos amigas escondieron los apellidos juntas? No lo sabemos a ciencia cierta. Pero a partir de aquel momento Irena Sendler repitió muchas otras veces que efectivamente salvó a 2500 niños.
Varias versiones de la misma historia
A lo largo de los años Irena Sendler contó varias versiones de su historia a varias personas. Muchas veces su versión de los hechos no coincide con las fuentes primarias, testimonios de otras personas e incluso con sus propios testimonios anteriores. Creo que pocas personas se dan cuenta de que Irena Sendler era una persona muy poco conocida hasta el año 2000, cuando unas estudiantes estadounidenses escribieron una obra de teatro sobre ella. La llamaron ,,El holocausto. La vida en un tarro” (confundieron botellas de vidrio con tarros). Intercambiaban cartas con Irena Sendler y finalmente la visitaron en Varsovia en 2001. A los 91 años Irena Sendler de repente empezó a convertirse en una estrella.
A los polacos, incluido el gobierno, les encantó la idea de tener a una heroina de tamaño de Schindler en su país. El ángel del gueto de Varsovia hacía contrapeso perfecto a los polacos que delataban a los judíos en la guerra o los mataban en los pogromos de la posguerra. Se desató la cadena de premios nacionales, seguida por una nominación al Premio Nobel de la Paz. En 2007 Sendler fue elegida por primera vez como patrona de un colegio polaco. En 2009 salió la pelicula estadounidense ,,El corazón valiente de Irena Sendler” que ella misma no alcanzó a ver (murió a los 98 años un año antes) y que, ruego, tampoco vean. Muestra los hechos con muy poca exactitud – por ejemplo las deportaciones a Treblinka en la película tienen lugar en invierno, lo cual le añade mucho dramatismo a la trama pero en realidad tenían lugar en julio, agosto y semptiembre de 1942, cuando en Polonia definitivamente no hay nieve. Por lo tanto, es mucho más interesante conocer una de las versiones de la historia contadas por la misma Irena Sendler, siempre recordando que es una versión muy subjetiva (la biografía más famosa y traducida al español es ,,La madre de los niños del Holocausto” de Anna Mieszkowska).
¿A cuántos niños salvó finalmente?
Anna Bikont estima que Irena Sendler pudo salvar a unos 97 niños. Esto importa desde el punto de vista de la verdad histórica. Pero no debe tener ninguna influencia en cómo vemos a Irena Sendler. Creo que no cabe duda de que no tuvo que salvar a 2500 personas para ser considerada una de las mujeres más valientes de la historia polaca. No dividía a la gente entre polacos y judíos, veía solo a seres humanos que necesitaban ayuda. El antisemitismo, especialmente en Polonia, era para ella incomprensible. En 1965 fue distinguida por el Instituto Yad Vashem con el titulo de ,,Justa entre las Naciones del Mundo’’.
Sin embargo, ella misma decía:
,,Cada niño salvado con mi ayuda es la justificación de mi existencia en esta tierra y no un título de gloria.”
Amén.
[1] El artículo está basado en el libro de Anna Bikont ,,Sendlerowa w ukryciu”, Wydawnictwo Czarne, Wołowiec, 2017.
[2] Bikont Anna ,,Sendlerowa w ukryciu”, p. 400.
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