En el terreno del ZOO de Varsovia hay una casa con una historia extraordinaria. Durante la guerra, en varias etapas, se escondían en ella hasta 300 judíos del gueto. Es la casa del antiguo director del ZOO, Jan Zabinski, y su esposa Antonina. Su historia fue retratada en la película La casa de la esperanza de Niki Caro.
La película, como muchas otras películas sobre Varsovia, no fue rodada en la ciudad. En este caso los productores escogieron Praga en la República Checa para reconstruír el ambiente de la Varsovia ocupada. En realidad, el filme retrata los hechos de forma bastante hollywoodiense. Pero si un día visitas Varsovia, puedes ver con tus propios ojos los sótanos que servían de albergue para los judíos.
Los judíos eran sacado del gueto por Jan Zabinski, que debido a su trabajo de inspector sanitario tenía permiso para entrar allí. Pero no los sacaba, como muestra la película, escondidos bajo las cascaras de patata y otros deshechos. En la mayoría de los casos salía con los judíos por el edificio de la Oficina de Trabajo (Arbeitsamt) que tenía una puerta que daba al gueto y la otro que daba al lado libre.
Jan utilizaba todos los contactos que entabló durante la ocupación, incluso con los oficiales nazis. Hablaba perfecto aleman. Los nazis ocupaban una parte del ZOO, a veces iban a su casa para charlar o tomar algo. Además, el terreno del ZOO después de los bombardeos en semptiembre de 1939 no estaba vallado: parecía más un parque. Algunos animales habían muerto en los bombardeos; los predadores grandes habían sido sacrificados por los soldados polacos o empleados del ZOO para evitar peligro para la población civil; otros llevados a los zoológicos de Alemania; finalmente los demás habían sido matados por los nazis en la caza organizada como parte de las celebraciones del Año Nuevo en 1939. En fin, por el terreno del ZOO pasaban cada día muchísimas personas – incluidas las ,,peligrosas”. Y esta paradójicamente era su ventaja como refugio. Nadie sospecharía que en un sitio visitado a diario por los nazis podían esconderse los judíos.
Se escondían ante todo en el sótano. Cuando a la casa venía algún nazi, Antonina empezaba a tocar una melodía de Jacques Offenbach (¡judío!) en el piano para que los judíos puedieran huir del sótano por el túnel y esconderse en los recintos de los animales.
A veces pasaban allí un par de días. Ryszard, el hijo de Antonina y Jan, les llevaba la comida. No podían quedarse mucho tiempo. Pronto abandonaban el refugio para encontrar uno permanente en otra parte de Varsovia o en algún pueblo polaco más tranquilo. A veces Antonina les pintaba el pelo de rubio para que fuera más dificil indentificarlos como judíos. Con el mismo propósito les daba clases de religión católica y les enseñaba las oraciones. Cuanto antes salían los fugitivos, más rápido se podía traer a los siguientes.
Sabemos que la gran mayoría de personas que pasaron por la casa sobrevivieron la guerra.
La casa museo del matrimonio Żabiński está en el terreno del Zoológico de Varsovia. La entrada cuesta 5zl, aparte del billete al Zoo (30zl). Se visita únicamente con guía, cada primer domingo del mes a las 11.00 y a las 13.00 (en polaco). Para visitarla en otras fechas hay que escribir a willa@zoo.waw.pl o ponerse en contacto conmigo: varsoviaenespanol@gmail.com
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